En 1954 se realizaron elecciones para elegir
vicepresidente de la Nación,
Larralde fue el candidato del radicalismo. Durante la campaña electoral
Larralde denunció la falta de libertades políticas y la importancia que las
mismas tienen para defender los derechos de los trabajadores. Larralde decía en
esa campaña:
“Queremos que las palabras
“revolución social” de que ha hablado el presidente de la República, se conviertan
mediante nosotros en un hecho generoso y positivo para bien de todos. Queremos
hacerlo sin sangre y sin rencores, como aquí se dijo, no a favor de un partido,
si a favor de un pueblo; queremos anteponer a los privilegios económicos, el
derecho del individuo, pero nada vamos a poder realizar, absolutamente nada, si
primero no conseguimos el arma más importante, que es el arma que todas las
dictaduras niegan. El marxismo dice: 'La libertad es un prejuicio burgués'. El
fascismo afirma 'La libertad es un cadáver putrefacto en el Estado'. El
peronismo dice 'La libertad no sirve para comer'. Nosotros decimos que la
libertad es lo único que sirve, que hay derecho de comer por el hecho de haber
nacido; que hay derecho de comer para conservar la vida; para ennoblecerla con
los actos de cada mañana y de cada tarde; pero no vivimos para comer, si no a
la inversa”.
el
Artículo 14 bis de la
Constitución es el más mentado por muchos dirigentes
sindicales, que nunca se acuerdan del nombre del autor ni de las circunstancias
de su sanción. Promulgan a viva voz la doctrina de Justicia Social Peronista
pero no ponen en valor ni aceptan que el logro de justicia social mas
importante de nuestro País fue obra de un Radical y ese radical es Crisólogo
Larralde.
Su solidaridad y sus convicciones lo llevaron a
luchar por los pobres, los excluidos, los explotados, haciendo práctica esa
vieja premisa de Leandro Alem cuando afirmó que “la Unión Cívica Radical
es la causa de los desposeídos…”.
“La
clase obrera, la única clase, porque de su carne y de su sangre nacieron el
sabio, el descubridor, el estadista, el sacerdote, el guerrero y el pacifista,
el revolucionario y el verdugo, el poeta y el santo y hasta el rico, esa clase
única está marchando y sino se demora en tratos venales, ni en la faena
mercantil de su propio destino, llegará al campo abierto de la vida en
libertad, con derechos totales, con seguridad y fuerza para afirmar el
bienestar humano. Entonces todos seremos obreros de alguna obra”.
Existe
“inconstitucionalidad por omisión” en todos los aspectos que en estos cincuenta
años no fueron contemplados por las leyes, frustrando el goce de los derechos
enumerados. Es nuestro deber seguir el camino y luchar por la realización
efectiva de las conquistas Sociales que se lograron con la incorporación del
Artículo 14 bis a la constitución Nacional.
“Los radicales no le vamos a hacer al
presidente una carrera demagógica. Nosotros no estamos contra el capital. Porque
el capital como acumulación de dinero no es mas que acumulación de trabajo. El
dinero no es mas que la traducción económica del valor del trabajo. El capital
es necesario para financiar la producción y desarrollarla, tanto en los países
de economía estatal como Rusia, como en los países de economía privada como
Inglaterra, Francia, Estados Unidos, Argentina, Etc. Pero estamos contra los
excesos del capital. Es como si reconociéramos que siendo bueno el alcohol es
funesto el alcoholismo. Nosotros sabemos que el capital, obediente a su ley
constitutiva, no busca otra cosa que la ganancia, que coloca la obtención de la
utilidad por encima de la moral, que cuando puede engrosarse honestamente lo
hace y cuando no, lo hace lo mismo. El capital coloca la obtención de la
utilidad y del beneficio por encima de la libertad, porque si puede acumular en
libertad lo hace y si no, lo hace acomodándose con las dictaduras. Lo coloca
por encima de la justicia y por encima del derecho, porque cuando puede
realizar sus fines de crecimiento hipertrófico dentro del derecho y al amparo
de la justicia, lo hace allí, pero cuando no, lo hace a pesar de la justicia y
violando las leyes del derecho.
Nosotros conocemos la entraña dura de la bestia implacable que tiene el
capitalismo y sabemos que los titulares del capitalismo, que son hombres como
nosotros, conocen la tragedia de su propio destino. Ellos saben que no hay
lugar mas frío, ni mas duro ni mas inhóspito que vivir durmiendo en vigilias
angustiosas sobre montañas de oro, pero ellos saben que si cada uno de ellos se
desposee de lo que tiene, no lograrían por ese medio la riqueza instantánea de
las clases desheredadas.
Queremos entonces una revisión del ordenamiento capitalista. Queremos sacar el
oro de la posición de símbolo augusto que le da esta civilización y poner en su
lugar al hombre y trabajar todos por ese hombre que no pertenece a ningún
partido, a ningún país, que el ser trabajador de todas las épocas., para
hacerlo mas suyo, para darle mas salud, para hacerlo mas soberano, para hacerlo
mas libre.
Queremos los radicales servir en esta lucha una causa de carácter
extrapartidario; de carácter humano. Nadie piense que estamos recorriendo el
país para hacer prosperar candidatos; nadie sea tan crédulo y tan ingenuo de
pensar que estamos luchando por el éxito electoral de un partido, por las
posiciones, por los cargos políticos, por lo que hay de personal en esta
contienda.
Queremos que las palabras “revolución social” de que ha hablado el presidente
de la República,
se conviertan mediante nosotros en un hecho generoso y positivo para bien de
todos. Queremos hacerlo sin sangre y sin rencores, como aquí se dijo, no a
favor de un partido, si a favor de un pueblo; queremos anteponer a los
privilegios económicos, el derecho del individuo, pero nada vamos a poder
realizar, absolutamente nada, si primero no conseguimos el arma mas importante,
que es el arma que todas las dictaduras niegan.
El marxismo dice: “La libertad es un prejuicio burgués”. El fascismo afirma “La
libertad es un cadáver putrefacto en el Estado”. El peronismo dice “La libertad
no sirve para comer”. Nosotros decimos que la libertad es lo único que sirve,
que ha derecho de comer por el hecho de haber nacido; que hay derecho de comer
para conservar la vida; para ennoblecerla con los actos de cada mañana y de
cada tarde, pero no vivimos para comer, si no a la inversa. No pensamos en la
libertad como el marxismo ni como el fascismo ni como el peronismo. Pensamos de
la libertad acaso como podría pensar Dios.
Dadme al hombre en el corazón y en el cerebro, en los hijos que la vida le pone
al lado; en la mujer que la vida y el amor le pone al flanco; en la madre que
le ha puesto antes, en los nietos que van a venir después; una tremenda
responsabilidad por aquella que se fue, por éstos que crecen y se multiplican;
por aquellos que van a venir. Necesitamos para ser útiles, para se r hombres,
para ser un valor, ser ante todo libres. Aquellos amigos que votaron bien al
votar contra nosotros el 24 de febrero de 1946 –parece una paradoja- votaron
bien porque creyeron que votaban su liberación económica y nadie puede condenar
una aspiración tal; que se acerquen a nosotros para que con nosotros sientan la
alegría de liquidar un sistema dictatorial para el bien de la República”
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